Salud Mental en Chile: algunos indicadores

01.04.2020


La salud mental en Chile sin ser tema candente en la agenda pública nacional, es tema de interés de espacios académicos y organizaciones ciudadanas, básicamente en torno a políticas públicas al respecto. O tema de reportajes, columnas de opinión en medios de prensa. Actualmente se encuentra, con más de 5 años de discusión, un proyecto de ley de salud mental en el parlamento.

En el mismo tenor, indicadores internacionales de en Chile cerca de 850.000 personas padecen depresión y más de un millón sufre de ansiedad.

No obstante si entendemos la agenda pública nacional, como un debate público o colectivo sobre diagnósticos y estrategias, y que ocupe a actores políticos relevantes, el tema de la salud mental resulta débil. Más bien existe el doble consenso de reconocer su importancia, así como de postergar su abordaje. Los planes quinquenales del MINSAL (2017) desde el año 2000, proyectaban al 2005 tener un presupuesto en torno al 3%. Actualmente es en torno al 2,1%. 

De acuerdo con el Atlas de la salud mental (2017) Chile pertenece al 4% de los países que no cuentan con una legislación específica al respecto. 

Según el informe de la OPS-OMS (2018) el promedio mundial de gasto en salud mental es del 2,8%. En países de primer mundo como Nueva Zelanda y Suecia, el gasto se eleva sobre el 11%. En América Latina, el de Uruguay es en torno al 8%, al igual que Costa Rica.

Por último, si se revisan los programas de gobiernos, de todas las candidaturas presidenciales, desde la vuelta a la democracia, solo uno y recién el año 2017, hace mención a políticas de salud mental.

Informes oficiales del MINSAL (2017) y OMS (2017) dan cuenta de diversos indicadores de salud mental que afectan a porcentajes importante de nuestra población. Estos consignan entre otros datos, los siguientes: el 31,5% de la población de 15 años o más, ha tenido un trastorno mental, y un 22,2% durante los últimos 6 meses. 

La prevalencia de síntomas depresivos durante 2016 fue de 17,2% en población general, siendo en mujeres (25,7%) mayor que en hombres (8,5%). 

Las tasas de suicidio a nivel infanto- juvenil son unas de las que han experimentado mayor crecimiento dentro de los países del OCDE. 

En el mismo tenor las licencias médicas por enfermedad mental ocupan desde el año 2008, el primer lugar entre las causas de licencias médicas. El Informe abunda en datos relativos a los costos de perdida de vida productiva ocasionados por estos factores, identificación de variados trastornos de acuerdo con segmentos etéreos y grupos de mayor vulnerabilidad al respecto. 

En el mismo tenor, indicadores internacionales de en Chile cerca de 850.000 personas padecen depresión y más de un millón sufre de ansiedad. 

Otros estudios dan cuenta que una de cada tres consultas en todo el servicio público de Santiago está dada por trastornos ansioso-depresivos. 

El estudio Chile Saludable (2017) reveló que el porcentaje de chilenos que se declaran sentirse estresados se duplicó entre 2012 y 2016, pasando de un 22 a un 42%. Existen además diversos datos oficiales y académicos, que dan cuenta de una creciente medicación y consumo de psicofármacos. 

Asimismo, un informe del Observatorio de Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad Mental (2013), sentenció que Chile está en deuda con la salud mental. En nuestro país las personas con algún trastorno psiquiátrico, alrededor de 350 mil sin contar a los no diagnosticados, deben enfrentarse a la discriminación, la estigmatización, la falta de oportunidades y, al alto costo económico que tienen los tratamientos

FUENTE: ONG MENTE SANA