Consumo de psicofármacos en Chile: Cuando el remedio es peor que la enfermedad.

La ansiedad, tristeza, pérdidas, dificultades de sueño, inquietud de los niños, estrés, agotamiento nervioso, los dilemas de hombres y mujeres, terminan tratadas como trastornos o patologías.
La Fentarmina usada como inhibidor del apetito, pero que es de la familia de las anfetaminas, durante los últimos cinco años, según datos del Instituto de Salud Pública (ISP), aumentó de 3.565 cajas vendidas en 2012, a 970.574 en 2017.
Un estudio transversal realizado en la atención primaria de salud, constató que un tercio de los encuestados usaba algún psicofármaco. A todos los pacientes con evaluación de "insomnio" se les recetó el uso de alguna benzodiazepinas. Cuando el cuadro fue "trastorno ansioso", el uso de estas se prescribió en el 84% de los casos. Finalmente cuando el diagnóstico fue de "trastorno depresivo", alcanzó al 93% de los afectados. En cuanto a la medicación del psicotrópico, en un 74% de las situaciones fue realizada por un médico general. Solo en un 13% por un psiquiatra y un 6% por un facultativo de otra especialidad.
El metilfenidat es uno de los principales componentes suministrados para el Tratamiento de Déficit Atencional con Hiperactividad (TDAH), estimulante derivado de la anfetamina, En 2010, Cenabast proveedor del 40% de hospitales y consultorios públicos, compró un total de 339.650 cajas de metilfenidato. El 2011 estas llegaron a 6.657.051 y el 2012, esta cifra alcanzó las 7.961.594 de cajas. Finalmente el 2013 estas ascendieron a 8.392.942 de cajas de este componente[2].
Existe desde hace décadas en nuestro país, una sostenida y significativa alza en el consumo de medicamentos psiquiátricos, pero donde las llamadas patologías mentales, de acuerdo a diagnósticos y estadísticas, siguen en aumento,
Dos dimensiones que se estimulan: Por una parte, el sobrediagnóstico de patologías. Son diversos los estudios y juicios, que han advertido sobre la inflación diagnóstica, que convierte dificultades comunes y propias de la vida en nuevas patologías: Y por otra, el puje de la industria farmacéutica. Según cálculos del 2008 las ventas de la industria farmacéuticas en Chile superaban los US$1.000 millones; un 76% corresponden a medicamentos del llamado mercado ético o de receta retenidas, dentro de las cuales están los psicotrópicos.
Los psicofármacos actúan bajo el supuesto que restablecen algún tipo de desequilibrio químico o cerebral. Un punto bastante discutible y controversial. Una de las principales objeciones, es que estos lo que efectivamente provocan, es crear un estado diferente o alternativo, al que el paciente en ese momento tiene. Pero es uno, que no restablece la normalidad sino que subyuga ese estado de aflicción y de dificultad anímica en uno nuevo. Muchos pacientes refieren esto como "sentirse mejor de ánimo" pero "como que no soy yo mismo" aludiendo a una experiencia de despersonalización.
Un ejemplo que explica esto con sencillez. Tomar un par de copas provoca en algunas personas tímidas la desinhibición; a sentirse más seguros y audaces en sus relaciones sociales. Pero de ahí no se deduce que la tímidez ha sido superada y por lo tanto el preescribir alcohol para enfrentar esas situaciones. Lo que si provoca es un estado, alternativo, distinto al de la inhibición, pero que convive con ella. Pero que provoca nuevos problemas y dificultades.
De lo que no existe evidencia definitva es que la depresión sea causada por niveles inadecuados de seratonina[5]. Lo que si consta es que si una persona toma algún antidepresivo, este le puede permitir un nuevo estado paralelo de supremacía anímica sobre el original. Este no es depresivo pero tampoco es de reestablecimiento de la normalidad subjetiva.
Los psicofármacos pueden ser de mucha y vital socorro en casos agudos y de estabilizadores del ánimo, que permita empezar y/o acompañar una acción terapeútica. Sin embargo muchas veces son una falsa ayuda o perjudicial para fortalecer las capacidades propias. Y en otro sentido también, una manera de inhibir la reflexión y acción respecto de los determinantes sociales que intervienen en su generación.
FUENTE: ONG MENTE SANA